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6 competencias que necesita todo Gestor del Cambio

La gestión del cambio ha evolucionado. Aquella que antes era abordada solo por especialistas, hoy exige que todo aquel que lidere cambios organizacionales tenga un mínimo de conocimientos de esta disciplina, si quiere lograr los objetivos.

Actualmente, la globalización y el desarrollo tecnológico hacen que las organizaciones vivan procesos de cambio muy acelerados con el fin de adaptarse a los desafíos de mercado y seguir siendo altamente competitivas. Esto obliga a las personas a reorganizarse constantemente y, con ello, modificar todo un sistema de ideas, procesos y formas de hacer las cosas.

Resulta entonces estratégico que las personas que lideren los cambios comprendan el comportamiento humano y organizacional.

No solo se trata de que un proyecto cumpla con la tríada de costo, plazo y tiempo establecidos, sino que integren la gestión del factor humano porque de este dependerá finalmente el éxito de todo proyecto.

 Ahora bien, gestionar el factor humano en procesos de cambio es un gran desafío ya que, si bien todas las organizaciones quieren evolucionar, las personas no son adeptas al cambio.  Hoy compartimos seis competencias básicas que necesita todo gestor del cambio para lograr un mejor desempeño: 

●    Capacidad de motivar e inspirar

“Para transformar nuestro alrededor, primero debemos cambiarnos a nosotros mismos”.

El gestor del cambio es el primero que tiene que apoyar el cambio y tener la convicción de que se cumplirá el propósito. De esta manera, podrá convencer e involucrar a los líderes y colaboradores a lo largo del proceso.

●   Comunicación asertiva y eficaz:

Debe tener la capacidad de adecuar su estilo y forma de comunicación en función del contexto y su audiencia, incluso teniendo en cuenta parámetros como la dominancia cerebral.

El propósito y el beneficio deben ser comprendidos por todos los miembros de una organización, desde el CEO hasta los colaboradores. Si el gestor del cambio comunica con claridad, honestidad y eficacia, la incertidumbre se reduce y disminuyen los detractores, sobre todo al dejar claro el por qué y el para qué del cambio y como este incide en la persona. 

●    Promover el trabajo en equipo, teniendo una consideración individual:

Muestra un interés genuino y compromiso de trabajar colaborativamente, conociendo a las personas y respetando los puntos de vista de los demás.

Además, la gestión del cambio implica procesos participativos; por ello, es importante tener la habilidad de fomentar la creatividad en los equipos de trabajo para resolver desafíos o problemas en el menor tiempo posible. 

●       Sensibilidad al factor humano:

Teniendo en cuenta lo anterior, debe entender las emociones y conectar con los colaboradores desde lo humano para alcanzar acuerdos satisfactorios. Tiene que saber escuchar activamente para detectar miedos, incomodidades y resistencias para reducirlas.

●       Planificación y organización:

El gestor debe visualizar, coordinar, separar y ordenar por prioridad diferentes tareas para cumplir con los planes de trabajo y los objetivos estratégicos en el tiempo establecido. Manteniendo siempre una estructura dinámica y adaptativa para avanzar según el contexto.

●    Mentalidad abierta:

Se siente atraído por lo novedoso, por el cambio, crea oportunidades, asume y provoca nuevos retos profesionales, manteniendo una actitud abierta y comprometida ante las posibilidades que ofrece el entorno.

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